domingo, 25 de agosto de 2013

EL ARGUMENTO OFICIAL DE QUE PEMEX CARECE DE TECNOLOGÍA OFENDE A LA UNAM, IPN Y EL IMP

Claudia Sheibaum afirma que la privatización de PEMEX se explica con la avaricia y corrupción de la clase política mexicana
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  • Claudia Sheinbaum Pardo, investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM, manifestó que modificar la Constitución con el fin de que empresas privadas nacionales y extranjeras inviertan en la cadena productiva del petróleo es, en los hechos, privatizarlo, aun cuando,  dijo, las declaraciones de connotados priístas señalen que la propuesta que enviará Peña Nieto al Congreso de la Unión mantendrá los hidrocarburos en manos de la nación y no privatizará Pemex, pero permitirá que los privados compitan con Pemex en la exploración, explotación, transporte y transformación de petróleo.
    Señaló Sheinbaum  que aun cuando el petróleo y el gas natural contenidos en el subsuelo del territorio nacional declarativamente le pertenezcan a la nación, el permitir que la ganancia derivada de la cadena productiva de este bien público sea apropiada por privados es de facto privatizar el recurso.
    Consideró que los argumentos para la modificación constitucional con objeto de privatizar el petróleo no son nuevos y van desde: México produce cada vez menos petróleo, Pemex no tiene dinero, Pemex requiere de nuevas tecnologías para explotar nuevos yacimientos que no tiene.
    Dijo que se deben analizar los argumentos y cuestionó el primero: ¿necesita México producir más petróleo? La respuesta es no,  señaló, porque el petróleo es un recurso no renovable y por ese solo hecho, la explotación de este recurso debería hacerse de forma racional y limitada.
    Agregó que el petróleo es una fuente de energía fósil que produce gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático global. Por este motivo a escala internacional el debate central es cómo disminuir el consumo de estos combustibles y no cómo aumentarlo.
    Aseveró que México no requiere más petróleo para su consumo nacional, porque actualmente produce cerca de 2.5 millones de barriles diarios de petróleo, 900 mil barriles menos que en 2004, el año de mayor producción histórica de petróleo en México.
    Indicó que México necesita, para cubrir la demanda nacional de petrolíferos (producidos nacionalmente e importados), entre 1.9 y 2.0 millones de barriles diarios de crudo (considerando incluso pérdidas). Es decir, hay una producción de 2.5 millones de barriles diarios y necesitamos 2 millones para el consumo nacional.
    Hacia el futuro, dijo, debería contenerse el crecimiento de la demanda de petrolíferos a través de una verdadera estrategia de eficiencia energética y uso de otras fuentes de energía (como lo propone la propia Estrategia Nacional de Cambio Climático), la producción de petróleo podría inclusive disminuir.
    Pese a que México, indicó, exporta menos crudo recibe más dinero. Ejemplificó con el caso del año 2004 cuando se exportaron casi 1.9 millones de barriles diarios, frente a 1.1 de 2013. En particular, la exportación de crudo a Estados Unidos pasó de 1.5 millones de barriles diarios a 950 mil barriles diarios.
    Sin embargo, aclaró, a pesar de esta disminución, por concepto de exportación de crudo México recibió 21 mil 258 millones de dólares en 2004 y 46 mil 788 millones de dólares en 2012, ¡más del doble y récord en su historia!, debido al incremento internacional del precio del barril de petróleo. ¿Entonces, para qué necesitamos producir más? La respuesta resulta obvia frente a estos datos. No es una necesidad nacional, es una necesidad de Estados Unidos, puntualizó.
    Al analizar el segundo argumento: Pemex no tiene recursos, Sheinbaum dio los siguientes datos: “Además de los 46 mil millones por exportaciones, Pemex recibió por ventas internas de petrolíferos cerca de 60 mil millones de dólares. Si descontamos 30 mil millones de dólares que eroga por importaciones, el ingreso neto en 2012 es de cerca de 80 mil millones de dólares. Por supuesto, parte de este recurso se va a los gastos de operación y mantenimiento y alrededor de 52 por ciento en impuestos y derechos. Sin embargo, para 2013 Pemex recibió un presupuesto de cerca de 39 mil millones de dólares, de los cuales alrededor de 70 por ciento tiene programado para inversión (como 30 mil millones de dólares). En comparación y de acuerdo con la información en Internet de la petrolera Shell, ésta tiene programados para este mismo año cerca de 49 mil millones de dólares de inversión en todo el mundo. Considerando las necesidades nacionales, el monto de Pemex es sumamente considerable. Por supuesto podría ser más, si las grandes empresas privadas nacionales pagaran impuestos, y podría usarse más eficientemente si disminuyera la corrupción. En realidad, el dinero de las empresas petroleras multinacionales proviene de una sola fuente y es la misma de Pemex: las ventas de crudo y de petrolíferos”.
    El argumento final: Pemex no tiene tecnología, dijo que no sólo es patético sino una falta de respeto a instituciones públicas como la UNAM, el IPN y el IMP, que por años han formado algunos de los mejores ingenieros civiles, petroleros y químicos del mundo. Por si fuera poco, dijo, el desarrollo, transferencia y compra de tecnología se ha hecho en Pemex por décadas.
    Consideró que las razones de fondo de la privatización del petróleo podrían ubicarse más bien en los tres puntos siguientes:
    1) un dogmatismo religioso de la clase gobernante hacia el neoliberalismo. Aun cuando el modelo ha demostrado su fracaso, los hijos pródigos mexicanos de la escuela de Chicago no pueden reconocerlo;
    2) la presión del gobierno de Estados Unidos (copado por las trasnacionales petroleras) para recibir más petróleo de México y la ideología de los gobernantes mexicanos de que mientras más cercanos estemos a Estados Unidos, mejor;
    3) la avaricia y corrupción de la clase política mexicana, aliada con la gran oligarquía, para quedarse con parte del negocio.
    Por ello, dijo, la defensa del artículo 27 constitucional es hoy por hoy la defensa de la soberanía nacional y la oportunidad de un proyecto nacional diferente. Recordó que en el año 2008 las llamadas Adelitas en defensa del petróleo gritaban una consigna: “No, no me da la gana ser una colonia norteamericana. Sí, sí me da la gana ser una nación libre y soberana”.
    Cabe destacar que Claudia Sheinbaum Pardo es una académica y activista política mexicana, licenciada en Física egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, Maestra y Doctora en Ingeniería Energética por la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó su investigación de doctorado en el Lawrence Berkeley Laboratory. Egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable de el Colegio de México y la Fundación Rockefeller. Asimismo, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Fue asesora de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía y de la Gerencia de Estudios Económicos de la Comisión Federal de Electricidad. Autora por contribución del último reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas. También es investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
    Claudia Sheinbaum fue galardonada con el Premio Jesús Silva Herzog en versión Problemas del Desarrollo. También obtuvo el prestigiado Premio Joven Investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México en Innovación Tecnológica. Autora de diversos artículos y libros en los temas de energía y medio ambiente.
    Miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática. De 2000 a 2006 fue Secretaria de Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal en las administraciones encabezadas por Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas. Durante este periodo fue también la responsable del llamado Segundo Piso del Periférico y del “Metrobus”, renunció a este cargo en 2006 para integrarse al equipo de campaña de López Obrador como su vocera. A finales de 2006 se integra al Gobierno Legítimo encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
    Claudia es esposa de Carlos Imaz Gispert, quien es profesor de tiempo completo de la UNAM y autor de diversos libros sobre historias de vida de guerrilleros mexicanos y lationamericanos. En el 2004, Imaz fue acusado por delitos electorales y exonerado un año después.
    En 2007, el Premio Nobel de la Paz fue otorgado al Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU del cual ella es participe en su sección mexicana,1 junto a otros 10 destacados científicos mexicanos de la UNAM, además de Mario Molina, Premio Nobel de Química.
    En 2008, junto con otras dirigentes, coordinó el Movimiento en Defensa del Petróleo, formando brigadas de mujeres a las que se les llamó “Adelitas”.
    En el 2012, Andrés Manuel López Obrador la incluyó en su propuesta de gabinete para ocupar el puesto de Secretario de Medio Ambiente en caso de ganar las elecciones presidenciales de este mismo año. En 2013 fue nombrada como parte de la Comisión para Políticas de Desarrollo de Naciones Unidas.

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