NUESTRA
POSICIÓN.
Los
trabajadores Técnicos y Profesionistas Petroleros, creemos que el
destino de México ante la economía global en el corto, mediano y
largo plazos, es la de convertirse en potencia económica
tecnológico-industrial en el siglo XXI, como condición
indispensable para garantizar bienestar y derechos humanos de todos
los mexicanos. En consecuencia, rechazamos tajantemente que la
solución a los problemas de la industria petrolera sea la inversión
privada mediante inconstitucionales “alianzas estratégicas”,
contratos de servicios múltiples, contratos integrales o la apertura
de una parte de su capital en la Bolsa de Valores.
Por
supuesto que queremos fortalecer a Petróleos Mexicanos, pero debe
ser al paso de nuestra experiencia y los recursos humanos disponibles
en nuestro país. Para nosotros, fortalecer a Petróleos Mexicanos no
es ceder concesiones y contratos a empresas privadas transnacionales,
ni despedir a los técnicos y profesionistas como en esos movimientos
se hace, sino tener una planeación a corto, mediano y largo plazos.
La competitividad nacional para producir bienes y servicios de alta
calidad a precios iguales o menores a los de otras naciones, mediante
la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación, la
formación y capacitación de los trabajadores, la eficiencia
empresarial y de las instituciones públicas que permite elevar la
productividad del trabajo humano en una relación sustentable con la
naturaleza.
La
competitividad nacional, entonces, la entendemos como UN NUEVO PACTO
SOCIAL PARA CREAR Y DISTRIBUIR LA RIQUEZA Y EL INGRESO, que permita
elevar de manera simultánea los salarios de los trabajadores, las
utilidades empresariales y los impuestos, lo que en conjunto elevará
de forma sostenida y sustentable la calidad de vida, el desarrollo
humano y la esperanza de vida de toda la población, garantizando con
ello las libertades, el Estado de derecho, los derechos humanos de
los individuos, los derechos sociales de la nación y la soberanía o
autodeterminación de la comunidad nacional.
Nuestra
posición también parte de la siguiente convicción: El sector
energético puede y debe ser el motor de la rendustrialización de
México en el siglo XXI. Ello perfila a Petróleos Mexicanos como la
columna vertebral de una amplia cadena productiva del país que ponga
cuidado en educación y cultura, investigación y desarrollo
tecnológico, servicios y estudios diversos, diseño y construcción
de herramientas tecnológicas, desarrollo de plantas e
infraestructura, comercialización llevada con eficiencia,
responsabilidad y honestidad, sustentabilidad ambiental, etcétera.
Estamos
justo a tiempo para recobrar nuestra soberanía y tenemos muchos
puentes para lograrlo. Sólo por poner un ejemplo: ¿qué se puede
hacer en el caso de la tecnología para extraer petróleo en aguas
profundas, si como nación ya nos urgiera? Pues simplemente se puede
rentar, como lo hacen las transnacionales Exxon-Mbil y Shell, mismas
que no reparten sus ganancias con sus contratistas. Mejor aún, otra
referencia y sólo como ejemplo también, puede ser el modelo
brasileño con su desarrollo de tecnologías propias. Ese país
invierte miles de millones de dólares anualmente en ello y en
capital humano.
Estamos
por una política que optimice la explotación de los recursos
naturales, que garantice la seguridad energética para esta y futuras
generaciones; que sea un ejemplo de transparencia y uso adecuado de
los recursos públicos, así como en la inclusión de los costos y
deberes ambientales y sociales en el desarrollo de las empresas.
Pretendemos
ejercer nuestro derecho a decidir sobre el destino de la riqueza
generada socialmente en la producción petrolera y su
industrialización, y por un nuevo rumbo de nuestra nación.
Reiteramos
nuestro rechazo absoluto a la participación de intereses privados y
extranjeros en la funciones de planeación, dirección y control de
las actividades estratégicas del país. Consideramos que por
definición, la soberanía y las actividades estratégicas no deben
estar de ningún modo sometidas o expuestas a los efectos de las
llamadas leyes de mercado.
Por
eso hemos decidido presentar propuestas elaboradas con riguroso
soporte técnico y económico, como una contribución al debate por
un proyecto para la industria petrolera, para garantizar -como ya
dijimos- la soberanía, la seguridad energética y el suministro de
hidrocarburos a corto y largo plazos, mediante la explotación
racional del petróleo y el gas natural, para obtener el máximo
beneficio social y propiciar el verdadero desarrollo del pueblo de
México. Para ello, requerimos reconstruir un Petróleos Mexicanos
bajo administración pública, transparente, seguro, productivo,
sustentable, eficiente y respetuoso del ambiente, las comunidades y
los derechos laborales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario